viernes, 27 de marzo de 2009

Éramos tan pobres...

Esa frase dicha por Alberto Olmedo era una de las que más me hacía reir. En realidad todo el sketch era bastante gracioso, aunque siempre fuera lo mismo... Como reza el dicho popular... Si hay probreza ¡que no se note! Tengo tres chismes de gente que ya no está con nosotros así que no se van a sentir mal, y a uno estas cosas lo ayudan a sentir que no es el más desgraciado de la humanidad (aunque yo por ahora no me puedo quejar)... 1. Sócrates se hacía el maestro, pero de acuerdo a su linaje en lugar de filósofo debería haber sido picapedrero. Igual el cambio de profesión no le servía de mucho porque en su escuela no le cobraba a nadie. Y eso lo hacía por convicción propia, vivía divorciado de los bienes materiales. Claro que mientras él se hacía el "bohemio" su esposa Xantipa trabajaba como una griega lavando ropa "para afuera", para mantener a la familia. 2. El poeta romano Tito Maccio Plauto llegó a ser tan pobre que lo alquilaban para empujar la rueda de los molinos, como si fuera una bestia de carga. 3. El escritor irlandés Oscar Wilde no era pobre, pero terminó en la miseria. Mientras pudo vivió de la fortuna de su esposa mientras se dedicaba a escribir y a atender a Lord Alfred Douglas (y no eran atenciones literarias por cierto...). Tanto lo atendió a Alfredito que se le quebró la muñeca y no pudo escribir más, al menos fuera de la cárcel. Cuando salió de prisión no pudo usar ni su nombre y terminó arruinado y pobre. Jorge Rial: ¡chupate esta mandarina!

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