domingo, 30 de enero de 2011

Los siete versos

El monje benedictino friulano Pablo el Diácono escribió una vez allá por el siglo VIII un poema que comienza diciendo:

Para que tus siervos puedan exaltar a plenos pulmones las maravillas de tus milagros, disuelve los pecados de labios impuros, San Juan…

U originalmente, en latín:

Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes

Un poco más tarde, el monje Guido de Arezzo (992-1050), preocupado por crear una regla mnemotécnica para sus alumnos de canto, adoptó la sílaba inicial de cada verso para darle nombre a las notas musicales.

Veámoslo nuevamente:

Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes

UT cambió luego por el nombre actual DO, y el nombre de la séptima nota (que inicialmente no se usaba porque se consideraba la nota del diablo) se formó con las iniciales de las palabras San Juan.

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sábado, 29 de enero de 2011

Das Auto von Herrn Benz

Un día como hoy hace 125 años nacía en Alemania un invento que llegó para cambiar totalmente la vida de la humanidad: el automóvil.

El 29 de enero de 1886 en la ciudad alemana de Stuttgart, Karl Friedrich Benz solicitó la patente del invento que, por ese entonces, no era más que un triciclo motorizado.

Ese día es considerado como el del nacimiento oficial del automóvil, aunque fue un año antes, en 1885, cuando lo inventó y condujo por primera vez.

Un día como hoy hace 125 años nacía un invento que cambió la historia: el auto

Poco tiempo después, otros pioneros, como Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, presentaron sus modelos.

Pero no sería hasta 1910 cuando se inició lo que sería la popularización de este invento. En ese año Henry Ford comenzó a producir automóviles en una cadena de montaje, sistema revolucionario que logró alcanzar cifras de fabricación hasta la fecha inimaginables.

Fuente: http://www.iprofesional.com

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viernes, 28 de enero de 2011

Com.templ.ar

Bueno, yo no tengo la culpa. O sí, puede que un poquito sea mía, pero no del nombre, sino de la idea.

Según el autor, varios fueron los que insistieron en que lo creara. Y entonces yo, tengo que reconocer que fui uno de ellos, aunque el título no es mío por supuesto.

En fin, tenemos un nuevo blog entre nosotros.

Es un poco difícil de clasificar, como este. Pero haciendo caso a lo que dice la carátula, no habría necesidad de hacerlo ya que se trata de “huevadas” y cosas por el estilo.

Como decía la Negra Sosa (QEPD) cuando se refería a Soledad Pastorutti: “es muy nuevita todavía”… je je… No quería reconocer que tenía buena voz… Bueno, con este nuevo blog pasa algo parecido… es muy nuevito aún para hacer comentarios críticos.

No obstante, hasta ahora me gusta lo que leí. Y como conozco personalmente al autor, creo que va a ser digno de leer, aunque más no sea para leer huevadas.

Eso sí, no me pidan que pronuncie el nombre del blog porque no sé como suena un punto (.) entre medio de las letras. Habría que pedirle al autor que aclare…

¡Bienvenido! ¡Y buena suerte!

Este es el link: http://www.hbakaiku.blogspot.com/

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lunes, 24 de enero de 2011

Textual

Si le hubiera preguntado a la gente lo que querían, me habrían dicho caballos más rápidos.
Henry Ford 

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domingo, 16 de enero de 2011

Allá lejos y hace tiempo

Para las teorías de Albert Einstein la frontera es ese punto donde parece haber surgido todo el universo tal como lo conocemos hoy (¿lo conocemos?). Esas grandes teorías sin embargo, no permiten calcular nada en el punto que llamamos Big Bang, la Gran Explosión.

Un poco más acá en el tiempo, Stephen Hawking afirma que preguntar qué había antes del Big Bang es tan absurdo como preguntar qué hay al norte del polo Norte.

Sin embargo, Martín Bojowald, nacido en 1973 y físico egresado del prestigioso Instituto Max Planck recopila en este libro las últimas “tendencias” de la física y la cosmología que acercan fórmulas y cálculos tan cerca como nunca se ha llegado del Big Bang, incluso van más allá, es decir, antes de ese “momento”.

Bojowald no usa ninguna fórmula matemática en todo el libro sino sólo palabras, y eso es bastante mérito para un tema como este.

Pero, a no confundirse. El asunto es complejo y si no se usan fórmulas por lo menos el autor debe usar lenguaje científico. Los primeros capítulos son accesibles casi para cualquiera interesado en estos temas y que haya leído publicaciones o noticias y esté un poco al tanto de los mismos.

A medida que se avanza, ya se requieren algunas nociones de físico-química, termodinámica y cosas por el estilo, de nivel universitario. Hasta ahí todo bien conmigo.

Los últimos capítulos, en especial desde el dedicado exclusivamente a los agujeros negros se hacen bastante complicados de entender. El autor hace uso indiscriminado de todo tipo de vocabulario astrofísico, mezclando además todos los conceptos que mencionó en capítulos anteriores. De forma que si alguno no te quedó claro, la lectura de estos últimos capítulos se hace muy confusa. Tanto que no me animo aún a leer el último, que va de las páginas 347 a 362.

“Antes del Big Bang. Una Historia Completa del Universo” es un libro recomendable para el público asiduo a la divulgación científica, pero no es para cualquiera. A mí me pudo.

¡Menos mal que no lo compré… me lo regalaron! Ja ja.

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