domingo, 24 de julio de 2011

Yendo para acá, viniendo para allá

¿A dónde iremos a parar con esta sociedad confundida? La falta de liderazgo de quienes deben conducirnos no es novedad para nadie.

Tampoco hay caminos claros para hacerlo. Y a veces podemos pensar que deberíamos dar media vuelta y regresar a situaciones ya pasadas.

Suele decirse que tenemos los conductores que nos merecemos y me parece que no debemos estar tan lejos de esa realidad.

Ahora bien, algo es seguro: si nosotros no sabemos a dónde queremos ir, no es de esperar que alguien nos pueda llevar…

Hoy muy temprano por la mañana hubo un gravísimo accidente en la ruta 3 entre un camión, una combi y varios vehículos más. Lo más lamentable es que hubo 11 muertos. Pero no se crean que es lo único que lamentar.

Lo segundo más lamentable fue el reporte de un notero (¿periodista?) de Crónica TV que para explicar uno de los detalles que resultaban más extraños de lo que quedó, declaró al aire que el camión que iba en dirección sur “dio un giro de 360 grados” y quedó mirando al norte.

Según Wikipedia, varios geómetras griegos, egipcios, miles de maestros de matemáticas y gente que sabe dónde camina… “un grado sexagesimal es la nonagésima parte de un ángulo recto”. Es decir, el ángulo recto tiene 90° y el doble o ángulo llano, es decir una recta, forma un ángulo de 180°.

Traduciendo: si uno va para allá y hace un giro de 180° termina viniendo para acá. Y si hace un giro de 360°, aparte de quedar como un Teletubi boludo, sigue yendo para allá o dónde quiera que estuviera yendo.

La pregunta del millón es por qué la gente (ya escuché a más de uno decir lo mismo) dice que hace un giro de 360° cuando quiere decir que cambió totalmente de dirección.

¡Con esa gente no vamos a ningún lado! ¡Así no! ¡Así no!… ¡no hay futuro con esa gente! Porque si vamos a hacer cambios de 360° ¡vamos a seguir haciendo lo mismo!

¡Tengámoslo en cuenta el próximo 14 de agosto!

Y si usted no lo tiene claro ¡cómprese un transportador!

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jueves, 21 de julio de 2011

Llanero “a la Rossini”

El Llanero Solitario fue un famoso programa de los primeros tiempos de la radio y la televisión de EEUU.
El personaje principal era un justiciero que galopaba en su caballo blanco llamado Silver por el viejo oeste de ese país.

La música usada por el programa es la parte final de la obertura de la ópera de Gioacchino Rossini, “Guillermo Tell”.

Esta ópera, la última que compuso Rossini, tiene una versión original en francés y es una ópera seria y bastante diferente a las que acostumbraba a componer.

Las versiones posteriores (de menor duración) surgieron porque la original se ajustaba al estilo y gustos de la ópera francesa de la época, diferentes a los gustos de los amantes de la ópera italiana o cantadas en italiano y sobre todo porque era muy extensa, casi seis horas de extensión.

A continuación comparto con ustedes el final de obertura, mejor conocida como “la música del llanero solitario” y luego la escena final de la ópera.
Personalmente no sé con cuál quedarme, tanto la obertura como el final me parecen impresionantes.







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lunes, 18 de julio de 2011

Tecnopolis

Ayer estuve visitando la exposición de ciencia y tecnología recientemente inaugurada.

Tiene cosas interesantes para todos los gustos, claro, siempre dentro de la temática de la exposición.

Es muy grande, así que hay que elegir qué ver y dónde hacer cola para entrar. Consejo adicional: hay que ir con abrigo porque si hay un poco de viento como ayer, el frío se siente bastante.

Había mucha, mucha, muchísima gente, tal como se ve en las siguientes fotos.

Otro consejo: ir con calzado cómodo para caminar mucho.

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