domingo, 1 de marzo de 2009

Agitado pero no revuelto

Anoche estaba haciendo zapping y me crucé con una escena de una película en la que un negro estaba viajando en avión. Cuando la enganché, estaban sirviendo el almuerzo y al negro le tocó lo único que quedaba: lomo Strogonoff (o "estrogonósss" como me dijo alguien una vez mientras me servía un sancocho más parecido a guiso carrero que a un plato de un zar ruso). El negro puso cara de asco mientras miraba un pequeño bowl conteniendo el menjunje inmundo. Pero se lo comió todo, o eso se deduce porque la escena siguiente lo muestra dando un salto, tirando todo a su paso mientras corría hacia el baño del fondo del avión. La toma siguiente es adentro del baño con el negro desesperado por bajarse los pantalones y evacuar un montón de cosas, que seguramente no eran "dudas". A partir de allí comienzan las situaciones embarazosas: el tipo presiona el botón de descarga del inodoro mientras está sentado y la descompresión que se produce lo deja pegado al mismo a la vez que es succionado para adentro. La verdad que aunque uno escucha que la descarga de un inodoro de avión es un poquito violenta, no sé si es para dejarlo a uno pegado al mismo. Pero, bueh... es una licencia humorística supongo yo del guionista del citado film. Simultáneamente a la espasmódica actividad del pobre individuo afroamericano, se escucha por los altavoces del avión que el comandante anuncia que están entrando a una zona de inestabilidad y que habrá turbulencia. Acto seguido ordenan a todo el mundo a volver a sus asientos y abrocharse los cinturones... Y aquí llegamos a lo quería comentar que esa película me hizo acordar: es bastante común que cuando uno va al baño de un avión, el comandante espere que uno se siente y comience con el trámite fisiológico para anunciar que hay turbulencia ¡como si uno necesitara más de la que ya tiene encima! Además, teniendo en cuenta que los baños de avión no son precisamente el Salón de los Espejos del Palacio de Versailles (por el tamaño digo) y que uno (yo en este caso) no es del mismo talle de esos baños sino unos tres números más grande... ¡imagínense haciendo todo el procedimiento de corte, apurado, sin poder girar, y sin unos miserables segundos de descontaminación ambiental! ¡Hay que salir de un saque y matar de intoxicación a las dos azafatas que siempre están en la puerta porque no tienen otro lugar donde estar! ¡No hay derecho! (y vergüenza casi tampoco me queda ya... cuando tengo que ir, tengo que ir... aunque haya turbulencia además afuera del avión). ¿No es fino? No, no lo es... pero los quiero ver a ustedes a ver si aguantan a que el avión aterrice...

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