lunes, 16 de febrero de 2009

J. R. R. Tolkien

Siempre me ha gustado la ciencia ficción y por eso leí varios libros de ese género de autores tales como Asimov o Clarke, por mencionar los más famosos. La ciencia ficción es -al menos para mí- un género que describe cosas teóricamente posibles, pero de probabilidad incierta en el presente. Si en algún momento se hace realidad, deja de ser ficción. Y eso ha pasado con varias "predicciones" hechas en el campo de la ciencia ficción. La fantasía sin embargo es el género de lo imposible aunque no contrario a la lógica. Y por eso puede existir, de otro modo no tendría sentido. Claro que una cosa es que algo sea lógico y otra es que guste. A mí me gusta. Descubrí la fantasía leyendo a Tolkien. ¡Y qué fantasía! El género de Tolkien es de tanta calidad, tan coherente, tan autosuficiente, tan... tan.. de todo... que es el medio de transporte a otro mundo, por no decir a otra realidad que suena un poco esquizofrénico para ser suave. John Ronald Reuel Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, Sudáfrica. Murió el 2 de septiembre de 1973 en Bournemouth, Reino Unido. Fue escritor, poeta, filólogo y profesor universitario, conocido por ser el autor de las obras clásicas de la alta fantasía El hobbit y El Señor de los Anillos. De 1925 a 1945, Tolkien fue profesor de anglosajón en Rawlinson y Bosworth en la Universidad de Oxford y, de 1945 a 1959, profesor de lenguaje y literatura inglesa en Merton. Era amigo cercano del también escritor C. S. Lewis y ambos eran miembros de un informal grupo de debate literario conocido como los Inklings. Tolkien fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972. Tolkien me atrapó con sus novelas por la fantasía y por la obsesiva aplicación de la filología. Inventó varios idiomas para los distintos pueblos que habitaban la Tierra Media del planeta Arda y para ello se basó en sus conocimientos de varios idiomas tales como finlandés, griego, latín, inglés antiguo, nórdico antiguo, etc. Tolkien pensaba que un idioma que tiene "leyendas" para contar no se muere nunca. Claro, esas leyendas no deben ser palabras traducidas a un nuevo idioma, sino palabras nacidas de realidades asociadoas a esos idiomas. Tolkien en sus obras, no sólo creó las historias con sus idiomas asociados, sino que llegó a describir sus orígenes e historia, incluso creó toda la teología necesaria para sostener toda su creación literaria. De hecho, una de sus obras llamadas El Silmarillion es como la Biblia de ese mundo inventado llamado Arda. Hoy en día hay algunos trastornados que hablan o escriben lo que se conoce de los idiomas que él inventó. Acerca del esperanto, otra lengua inventada, Tolkien dijo que estaba muerta al nacer porque nadie tenía leyendas en esperanto que pudieran ser contadas.

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