sábado, 15 de mayo de 2010

Olor a nafta



Enrico Caruso nació en Nápoles (Italia) el 25 de febrero de 1873. Fue el tercer hijo de una familia de siete hermanos y su destino casi seguro era la grasa del taller mecánico de su padre. Pero no fue así. Mientras trabajaba con su padre también cantaba en el coro de la iglesia y esos fueron sus primeros pasos en su carrera como uno de los más famosos tenores del mundo.

En 1899 viene por primera vez a Buenos Aires a cantar en el Teatro de la Ópera, el mismo que hoy se "llamaba" Ópera pero se llama Teatro Citi, en Avenida Corrientes al 800. En ese entonces el actual Teatro Colón no existía, aunque como vino varias veces a esta ciudad tuvo oportunidad de cantar en él.

En una oportunidad, interpretando el papel de Canio de la ópera I Pagliaci, cuando el payaso llora al enterarse de que había sido traicionada por su amada y jura vengarse, la soprano María Roggero nota, al final del acto, que la mano del tenor está sangrando... Canio/Caruso se había mordido el pulgar con tanta ira que se había herido.

Claro que I Paglici es el tipo de ópera verista que requiere esas dramatizaciones, pero no para llegar al derramamiento de sangre sobre el escenario. La vida de Caruso se parecía en algo y en eso probablemente estaba pensando...

En 1898, a los 25 años, Caruso había encontrado el amor en la soprano Ada Giachetti con quien tuvo dos hijos: Rodolfo en 1898 y Enrico en 1904. Pero en 1908 Ada lo abandona, según dicen, por su chofer. También dicen que años más tarde Ada intentará recomponer la relación, pero el corazón sangrante y orgulloso del tenor la despide con una frase tremenda:

- "Andate. Tenés olor a nafta".


Fuente: El Gran Libro del Teatro Colón, Clarín (2010)
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