Nada bueno debe ser.
¿Se imaginan una canasta navideña que cueste $11? Dos paquetes de galletitas cuestan más que eso.
Esa canasta navideña debe ser bastante desagradable, por no decir incomible.
Más desagradable es que venga un tipo e insulte tu inteligencia diciendo que eso existe (la canasta a $11 o una sidra por $3 ¿qué tiene? ¿8 mililitros de sidra? ¿el tamaño de un supositorio?)
Entonces me propuse… tiene que haber algo más desagradable que ese tipo o al menos tanto como para compararlo.… Y lo encontré… lo que sigue es casi tan repulsivo…
Cymothoa exigua o el piojo comedor de lengua es un crustáceo parásito. Tiende a ser de 3 a 4 cm de largo.
Este parásito se adhiere a la base de la lengua del pargo lunarejo, entrando en la boca del pez a través de sus branquias. Seguidamente procede a extraer sangre a través de las garras al frente de sus tres pares de patas delanteras.
A medida que el parásito crece, cada vez menos sangre llega a la lengua, y, finalmente, el órgano se atrofia por falta de sangre. El parásito entonces sustituye la lengua del pez uniendo su propio cuerpo a los músculos del talón de la lengua.
El pez es capaz de usar al parásito como una lengua normal. Parece que el parásito no causa otros daños a los peces huéspedes.
Este es el único caso conocido de un parásito que sustituye funcionalmente a un órgano principal. ¡Ja! ¡Eso porque los investigaciones no se hicieron en la Argentina! ¡Si vieran los parásitos que tenemos!
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