lunes, 14 de febrero de 2011

A la ducha con Gasalla

El fin de semana fui al teatro a ver “Más respeto que soy tu madre”, la obra basada en un blog interpretada por Antonio Gasalla.

El guión es una adaptación para el teatro del contenido del blog que Hernán Casciari (argentino radicado en España) editó entre los años 2003 y 2004.

La historia narra la vida de la familia Bertotti que vive en Mercedes, provincia de Buenos Aires. Mirta Bertotti (Antonio Gasalla) –ama de casa- está casada con Zacarías Bertotti (Enrique Liporace) actualmente desocupado. Tienen tres hijos, papeles interpretados por Esteban Pérez, Nazareno Mottola y Eliana González. Con ellos vive el abuelo (Alberto Anchart), padre de Zacarías y drogadicto.

Mirta es una ama de casa que tiene que sobrevivir a los desastres que hace su familia. Está obsesionada con el aseo personal y se pasa toda la función enviando a bañar a toda la familia (menos al hijo mayor, el de la izquierda en la foto de abajo).

Gasalla1

La obra dura una hora y cincuenta minutos, durante los cuales Gasalla no para de hablar (y actuar, por supuesto). No sale del escenario en ningún momento. Los cambios de vestuario los hace detrás de un biombo por encima del que asoma la cabeza y sigue hablando mientras se cambia de ropa.

Todo lo que dice y hace, provoca risa. Ya desde el comienzo, cuando comenta la recomendación del locutor que pide apagar los celulares y menciona que está prohibido tomar fotos o filmar.

- “Ya sabemos que es al pedo” –dice Gasalla- “Nadie nos da pelota… Antes teníamos una locutora tipo aeropuerto y no funcionaba… Ahora conseguimos al hijo de Galtieri y entonces algunos nos hacen caso…”

Carcajadas de apertura.

Y así sigue la cosa, sin parar. El guión es bueno, pero la actuación de Gasalla es impresionante. Es imposible no reírse.

Gasalla2

Todos hacen bien su parte, pero después de Gasalla, el que se destaca es Nazareno Mottola. Muy buen actor y muy completo… es un monigote… se mueve y rebota por todo el escenario. Y hace reír mucho también. Se lleva la segunda ovación en los saludos finales… y se lo merece.

La obra es pareja. Genera risas y carcajadas de inicio a fin. Hay una escena en la que casi me quedo sin aire de tanto reír… es la del cumpleaños de 15 de la hija… Cuando aparece el padre, entra con un traje celeste-turquesa fosforescente y no se le ven las manos.

- “Sacá las manos afuera de las mangas” –dice Mirta- “El cuerpo queda mejor cuando se ven las manos…”

- “¿No había otro color?” –pregunta el marido.

- “No… de tu tamaño era el único… era de uno de los cantantes de ese grupo folclórico que el año pasado cantaba por las calles…”

Y a partir de allí, lo que sigue del diálogo es complicado de escuchar porque el teatro se viene abajo de las carcajadas (yo incluido).

Gasalla hace una demostración de los sonidos que hacía el grupo, el estilo de interpretación vocal, sustituyendo instrumentos, etc. Inmediatamente hace referencia a las razones del fracaso del malogrado conjunto musical callejero… Parece que citaban a la gente en una esquina con anticipación para que todos se enteraran… y entonces casi sin aviso Macri les cambiaba el sentido de la calle (sic) y la gente iba para el lado contrario… nunca los encontraban y esos se quedaban tocando solos…

Llanto generalizado. Todos llorando de la risa… no se podía escuchar lo que seguían actuando…

- “Si llega a ser presidente… nos va a cambiar de lugar las provincias…”

Ja ja ja ja ajaaajjjajajajajjaaja jajaja jajajajaaa…. no podía más….

Creo que esa sola escena vale los $120 que pagué por la entrada.

Esperaba divertirme mucho y no me equivoqué. Gasalla es garantía de éxito y yo confiaba en eso. No me defraudó.

Espectáculo altamente recomendable.

Una aclaración para posibles incautos: lenguaje y contenido no apto para menores. Los únicos aptos son los artículos, adverbios y preposiciones. Lo demás es irreproducible (pero muy gracioso).

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