lunes, 7 de junio de 2010

Sale chabón de montaña, entra morocha de arena

Acción, acción, acción, acción, más acción, mucha acción… Son casi dos horas de correr, saltar, rodar, rebotar, cabalgar y matar.
Eso sí, no se ve una sola gota de sangre, aunque sí algo apenas rojo que no gotea, ni chorrea, ni nada. ¿Será porque es una película de Disney? Puede ser, quién sabe.

El Príncipe de Persia es una película de aventuras en los desiertos de Persia y sobre la arena, protagonizada por Jake Gyllenhaal (el de Secreto en la montaña). En realidad está filmada en Marruecos, pero la magia del cine nos lleva a otros reinos y siglos pasados hace mucho, mucho.
Completan el elenco: Gemma Arterton, como la princesa Tamina, la morocha que le hace "ojitos" al príncipito y lo "caga a palos" durante casi toda la película, y Sir Ben Kingsley, que no necesita presentación por lo famoso que es.

Algo es indiscutible: no hay tiempo de aburrirse. La acción y en menor medida la historia entretienen adecuadamente al espectador desde el principio hasta el final.
Buena música, que acompaña bien a la acción. Buenas escenografías y exteriores (aunque como siempre digo, no es posible detectar dónde son reales y dónde son simplemente fondos verdes y efectos de diseño gráfico). De todos modos, la fotografía, real o diseñada es muy buena.



La historia de la película está basada en el argumento de un video juego y por eso es probable que aunque el mismo sea una fantasía, los detalles argumentales vayan un paso más allá, llegando a rozar –casi al final del film- un “bolazo” importante. Igual zafa, se puede perdonar.

En resumen, es una buena película de acción y aventuras que entretiene. Si me presionan un poco hasta diría que es muy buena. La recomiendo.
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