domingo, 12 de abril de 2009

Mostrame un huevo y te digo la edad

A principios de la década de 1880, en ciertos lugares de Alemania, los padres utilizaban los huevos de Pascua como certificado de nacimiento. Para ello teñían los huevos con colores indelebles y grababan en la cáscara el nombre y la fecha de nacimiento del hijo, de modo de recordar para siempre tal acontecimiento. En casos excepcionales inclusive, los tribunales los aceptaron como partida de nacimiento. ¡A ver... a ver...! ¿Qué esperabas? ¿Que yo adivinara tu edad? Andá... haceme el favor, ¡dejá de quedar como un boludo y subite los pantalones! ¡Felices Pascuas, la casa está en orden...!

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