viernes, 31 de julio de 2009

Si ladra, es un perro

¿Tu suegra no te hace caso?

¿Tus hijos parecen haber sido educados por Freddy Krueger?

¿Tu novio/a está retobado/a?

Si tu caso se adapta a una de estas situaciones, hacé como César y aplicá estos tres principios educativos:

1. Actividad,

2. Disciplina,

y si el individuo rebelde supera esas dos etapas,

3. Afecto.

César es César Millán, un mexicano que reside en EEUU y que desde hace algunos años tiene un programa de TV en el canal Animal Planet, llamado “El encantador de perros”.

El coterráneo de Verónica Castro no le hace asco a ninguna fiera, por más mal educada que sea. En pocos minutos (u horas en el peor de los casos) te transforma un chihuahua insufrible tipo demonio de Tasmania en un conejito indefenso. Él predica que el método consiste en hacerlo caminar al menos una hora por día (actividad), demostrarle que el que manda sos vos transformándote en un líder alfa (disciplina) y brindarle afecto sólo si hace lo que vos querés. Y brindarle afecto no es darle comida en la boca.

En realidad, el tipo no es un encantador de perros sino un educador de seres humanos. Esos seres humanos que han transformado a la mascota del hogar -un animal perfectamente diseñado, íntegro, inteligente y afectuoso- en una bola de nervios, celoso, agresivo, caprichoso, renegado social, malcriado, de comportamiento “perro-céntrico” y el absoluto manipulador de toda la casa. ¡Una joyita!

Si tiene problemas con su familia, mire a su perro. Seguramente él también lo tiene como su esclavo en lugar de como su amo.

¡Cambie su vida! Mire un par de programas de este César y haga con su perro lo mismo que debe hacer con su familia. Y aplique con su familia los mismos principios de adiestramiento que con su perro: actividad, disciplina y afecto.

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