Estoy de regreso. Ya estoy nuevamente en casa.
Fue otra semana de trabajo en el exterior, luego de unos 5-6 meses sin viajar. Y otra vez fue Costa Rica.
Vean una muestra del sacrificio que experimenté…
Teatro Nacional, en San José:
Vista desde la ventana de mi habitación de hotel, en San Antonio de Belén:
Otra vista desde la misma ventana…
Lobby del hotel:
Capilla en el parque del hotel:
Zona de piscina del hotel:
Patio interno del hotel:
Calle en el centro de San José:
Catedral Metropolitana:
Parque Central, frente a la Catedral:
Teatro Popular Melico Salazar:
Hablando en serio, fue una semana de trabajo duro: desde las 9 am hasta las 7 pm en la planta (en Heredia), luego cena en el hotel y entonces a descansar para salir al trabajo nuevamente al día siguiente.
Allí me encontré con gente de Perú, Brasil, Venezuela, USA, México y por supuesto, Costa Rica. Pasamos una semana muy entretenida. Afortunadamente todos ellos eran gente muy alegre, de buen humor y dispuesta a divertirse aún mientras trabajaba.
Como es normal en la zona del valle central de Costa Rica, casi todo el año hace calor y en esta época llueve a diario. Menos mal que existe el aire acondicionado…
La única oportunidad de hacer turismo fue el último día antes de tomar el vuelo de regreso. Fui un par de horas a San José, caminé por las calles principales del centro, hice algunas compras de pequeños suvenires (todo es bastante caro para nosotros los que cobramos en pesos argentinos) y tomé las fotografías que vieron más arriba. Hay algunas otras más personales, pero esas no las verán aquí.
San José es una ciudad sencilla, modesta, con algunos vestigios de arquitectura colonial española pero no mucho. Básicamente se la ve como una ciudad humilde y no demasiado vistosa, salvo por algunos puntos específicos. El turismo de Costa Rica no se basa en ciudades sino en playas, selvas, volcanes, montañas, ríos... Hay que contratar excursiones y disfrutar de la naturaleza. Si hay que definir el paisaje general (incluyendo las urbanizaciones) en base a colores hay que comenzar por fijar un mínimo de 95% verde, el otro 5% dividido entre el resto de los colores del espectro visible. Todo lo que se ve es verde. Hay muchísima vegetación en todos lados y eso hace un paisaje muy agradable aún cuando uno sólo lo esté mirando y no haga otra cosa más comprometida que esa.
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