Mal necesario

Cuando la tengo al frente, la critico por todo… que no se ve bien, que está igual que todos los días, que no me aporta nada, que me aburre, que dice siempre lo mismo, que se pasa el tiempo hablando pavadas… En más de una ocasión no le presto atención o directamente no escucho lo que está diciendo. Es sólo como un murmullo de fondo. Pero las desgracias nos suceden a todos. Algún día llega el momento y no la tenemos más. “Estaba viva… y se murió”, te diría el más desalmado (yo soy uno de esos), y tengo que darle la razón… Hace casi cuatro días que vago por la ciudad como un alma perdida… se me fue el viernes a la noche y sin previo aviso… Ahora la casa está en silencio, aunque no tengo intenciones de que siga siendo de ese modo. Todos necesitamos compañía de una u otra forma, aunque no le hagamos caso siempre y nos permitamos ignorarla más de una vez. Esta será una semana muy dura… no veo la hora de que sea viernes y venga el servicio técnico del cable y me conecte el servicio de TV otra vez… ¡Quisiera saber quién fue el HdP que me cortó el cable y ahora está muy cómodo mirando televisión mientras yo me reviento en este silencio infernal! .