miércoles, 12 de agosto de 2009

Offenbach sudaca

Jacques Offenbach nació en Colonia, Alemania, el 20 de junio de 1819 y murió en París el 5 de octubre de 1880.

Fue compositor, violinista y creador de la opereta moderna y de la comedia musical. Fue uno de los compositores más influyentes de la música popular europea del siglo XIX.

Según Karl Kraus (escritor y periodista austríaco), Offenbach “cumple la función de remediar la estupidez, darle un respiro a la razón y estimular la actividad mental”. Su obra más seria y ambiciosa fue “Los cuentos de Hoffmann” que no llegó a concluir a causa de su muerte en 1880. Esta ópera se estrenó en 1881 y se considera que es la única obra escénica seria de Offenbach.

Fue un compositor muy prolífico. Si mi investigación no me falla, compuso 77 operetas, 62 óperas, música para 17 obras de teatro y para 7 ballets.

Fragmentos de sus obras hoy son melodías muy conocidas, usadas por otros compositores o que han perdurado como melodías populares, fuera del contexto para el que fueron compuestas originalmente. Por ejemplo, el final de la ópera “Orfeo en los Infiernos”, de 1858, se convirtió en el famoso “cancán”. ¡Quién no lo conoce!

Tantos temas usó Offenbach para sus obras que incluso cruzó el “gran charco” y tomó una novela cuya protagonista es peruana. La novela en cuestión, “Le Corrousse du Saint Sacrement”, de Prosper Mérimée, fue la fuente de inspiración para los libretistas Henri Meilhac y Ludovic Halévy y el propio Offenbach para componer la ópera en tres actos “La Périchole” (La Perichola).

La Périchole es una adaptación francesa del apodo que se le daba a Micaela Villegas (1748–1819), más conocida como la “Perricholi”, popular actriz y amante de Manuel de Amat y Juniet, Virrey de Perú entre 1761 y 1776. El origen de este apodo, tal vez en forma errónea, se ha considerado como la unión de las palabras "perra" y "chola", proferidas por el Virrey Amat hacia Micaela en un momento de ira. Sin embargo, se considera que el origen de este apelativo se debería, más bien, a una expresión de cariño en la lengua materna del virrey, es decir, en catalán: "petita chola", lo cual significa, en español, "cholita".

Ya sea que el nombre provenga de un insulto o de un cariñoso apodo, no quedan dudas que esta cholita, aunque medio aborigen de sangre, no tuvo nada que envidiarle a La Traviata de Verdi, además de tener también una ópera con su nombre, era igual de perra que la europea.

¿Y por casa cómo andamos? ¿Para cuándo una ópera de la Coca?

(Fuente: Wikipedia.com)

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