sábado, 24 de septiembre de 2011

Payaso triste, pero peligroso

Ayer vi la última película del director español Alex de la Iglesia, titulada igual que una canción de Raphael: "Balada triste de Trompeta".
El argumento gira en torno a una historia de amor, locura y venganza con el trasfondo político de España (post-guerra, Franco, etc.).

La película es buena si se tiene en cuenta que es una "bizarrada", una de las mayores de este director. Las escenas suelen llevar al espectador por un cúmulo de sensaciones en escasos segundos: angustia, bronca, miedo, terror, desconcierto y hasta incluso la risa.

Quizá la mejor escena sea la final, una increíble persecución que termina en el extremo superior de la imponente cruz que se alza sobre el Valle de los Caídos, cerca de Madrid. La majestuosidad del monumento contribuye a la espectacularidad de esta escena.

Los diálogos están llenos de la franqueza (con perdón de los españoles) y bestialidad que nos tiene acostumbrados el cine español. Varias veces me provocaron una carcajada por lo ridículamente violentos e incivilizados que sonaban.

La película está colmada de sangre, brutalidad y violencia con un nivel de magnitud pocas veces superado en una historia de circo y payasos como es esta. Quizá lo más cercano en magnitud, para que se hagan un idea, sea el trato de una azafata promedio de la aerolínea de bandera de la Madre Patria. Los que han viajado por ese medio sabrán entenderme.

En conclusión, película recomendable sólo si te bancás el cine bizarro (y español).

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